A Leo le acaban de dar una noticia de miedo: a partir de ahora, y por orden expresa del médico, tendrá que apuntarse a hacer deporte después de clase. ¿el objetivo? Ponerse en forma, ¡evidentemente! Pero lo que nadie le ha dicho todavía es que, además de sudar como un pollo, en los entrenamientos hará unos amiguitos de lo más horripilante.
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