Prepárate porque las cosas en la ciudad se descontrolan! La Hada Justina, que se cree la jefa de la justicia, es despedida de su programa de tele. ¿Y qué hace? Pues en vez de relajarse con yoga o plantar geranios... ¡decide vengarse aliándose con 22 renacuajos mutantes con superpoderes! Sí, leíste bien: ¡22 renacuajos con superpoderes! Mientras tanto, el Abuelo más travieso del planeta se escapa de la cárcel (como siempre) y deja a Perico, encarcelado en su lugar. ¡Qué cara más dura! Nuestro héroe de siempre, Policán, se enfrenta al caos total con su pandilla de colegas. Pero claro, no todo es pelea y persecuciones locas: este cómic también te suelta enseñanzas sin que te des cuenta, como que ser justo no es ser borde, que todos podemos cambiar, incluso los villanos cabezotas, y que la amistad es más poderosa que 22 renacuajos juntos.

El hombre, de manos de dorsos velludos y dedos increíblemente largos y flexibles, preguntó con voz ronca: "¿Miti koro?" Tenía las piernas cortas, los piel de sabe Dios qué animal... ¿Era un humano? Extraterrestre no parecía... ¿Sería un mago? ¡A lo mejor era un mago que les resolvería sus problemas "por arte de magia ", con lo que no tendrían que trabajar ni estudiar!

Un buen día, Potosnáguel conoció a una lagartija que hablaba y componía música. Después, entabló amistad con un ratón que recogía las quejas de las personas y las metía en un saco. Tal vez estás pensando que un niño no puede hablar o jugar con los animales, ni nada por el estilo. Pues bien, ¿por qué no lo compruebas? Seguro que, con un poco de voluntad, tú también podrías ser como Potosnáguel.

Katie piensa que su nueva entrenadora de Educación Física es muy injusta: Como lo único que le importa es «¡GANAR, GANAR, GANAR!», sólo deja correr a los más rápidos en el campeonato de atletismo escolar..., ¡y los demás también quieren participar!

¡Pum! ¡pum! ¡pum! Toda la llanura retumba a casa paso del Tiranosaurio Rex que, enorme y hambriento, busca carne fresca que llevarse a su boca llena de dientes. Durante años, los Pterodáctilos y los Apatosauros, no se han llevado nada bien, pero Fisgón y Pluma, dos crías de estas especies, tendrán que trabajar en equipo si pretenden salir con vida de esta.