Carlota, que acaba de romper una cristalera, está subida en un árbol recordando cómo empezaron sus problemas el día en que sus padres decidieron separarse y rehacer sus vidas con otras personas. Desde entonces, tiene muchos nuevos hermanos, con los que va a pasar el verano.

Hipólito es un hipopótamo casi feliz viviendo junto a la charca en la que retoza y juega... y donde tiene que refugiarse para huir del acoso de los mosquitos a la hora en la que querría estar durmiendo la siesta. No sabe qué hacer para librarse de ellos. Hasta el día que un pájaro menudo aterriza en su barriga y le demuestra que a él, sin embargo, le encantan los mosquitos, concretamente comérselos. Es el principio de una gran amistad.

La muerte del papagayo entristeció a todos. La pena fue tan grande que hasta el cielo se enteró. ¿Cómo podrá renacer la alegría?

Hace muchísimos años, tantos que no los puedo contar... vivía, en la profundidad del mar, un volcán dormido. ¡Ni se sabe el tiempo que llevaba roncando al compás de las mareas! De pronto, nadie sabe cómo ni por qué, despertó de su letargo y comenzó a vomitar toda la lava que tenía en sus entrañas... ¡Cómo sería aquel despertar, que el mar asustado se alejó de él y dejó que retoñara a su antojo! Lo imagino como un terrible monstruo de siete bocas vomitando lava...

Estos seres fantásticos aparecen en los cuentos y leyendas de muchas culturas de Oriente y Occidente. Y donde hay un gran peligro, suele haber un héroe: muchos son los que pasaron a la historia por enfrentarse con un feroz dragón.