El día que Nadia recordó a Lucas, un niño desastrado y de mirada fiera, sintió que algo tiraba de ella hacia dentro. Cerró los ojos y, de nuevo, le golpeó el viento de los membrillos, y el zumbido de las moscas y la tromba de voz del tío Nicolae. El día que Nadia recordó a Lucas sintió que alguien movía los hilos de su corazón.

Bubu es un elefante y Susa una ratita. Se lo pasan fenomenal mirando la sonrisa de la luna y contándose historias, tanto que no pueden estar el uno sin la otra.

Hoon no sabe qué hacer. Sus amigas, en quienes confiaba ciegamente, la han abandonado. Por suerte, aún hay alguien que puede comprenderla. El amor de su vida. Mejor dicho, el amor de todas sus vidas. Para avivar la Llama Negra y echar a Ares del Olimpo, Sid renuncia a sus poderes de diosa y a su obsidiana, la piedra con la que creaba armas invencibles. Decidida a encontrar una nueva arma, Sid deja que la guíe Soter, un chico de enigmática sonrisa en quien ella confía, en contra de la opinión de todos.

Los reyes Camuflo y Camelina han tenido una hija: Praliné. Los reyes Pantuflo y Pantina, un hijo: Tafilín. Ambas parejas reales olvidan invitar al bautizo al hada Serpentina Cascarrabias, y ésta, para vengarse, les hace un regalo mágico: a unos, una sopera sin cazo; a otros, un cazo sin sopera.

Son los locopilotos. A bordo de su alfombra mágica, no hay aventura que se les resista: en el lejano Oriente, en la Edad Media, en la época de los dinosaurios, en la antigua Roma, en el espacio interestelar... Quique recibe un regalo de cumpleaños muy especial: ¡la invitación para pasar una noche en el museo donde trabaja el abuelo Lucas! Allí se probará la armadura del noble caballero don Rodrigo Pillo de Camposequillo, empuñará un temible sable oriental y se llevará una buena sorpresa al subirse a una vieja alfombra ¡Quién iba a decirles a Quique y al abuelo Lucas que de repente se convertirían en los locopilotos más divertidos de la historia!