Ula vive en su casa con un padre (un reconocido escultor), su madre y sus dos hermanos mayores. Todo está bien, las cosas siguen su rumbo. Pero, de repente, ya nada es igual. Aunque no quería, mamá se ha marchado, y los que quedan tienen que aprender a vivir de otra manera.

Un mago anciano dejó en herencia a sus tres hijas un pote viejo y una cuchara de palo. Al revolver con la cuchara, le apareció en el pote a la mayor, un saco de oro; a la mediana, una corneta de plata con dos boquillas, por las que sopló y se presentaron cien jinetes a su servicio, no quedando rastro de hombre ni animal; a la más joven, un cinturón de cuero con la leyenda "Se quero ir, vou", con el trajo a su presencia al hermoso príncipe de Tomboso, quien, enfadado, hizo que la encerrasen en el palacio real.

Llegaron las vacaciones y Manolito ya no tenía colegio. Su padre como trabajaba de repartidor en el camión Manolito (que era como se llamaba el camión) iba por muchos sitios repartiendo. Como Manolito y su hermano el Imbecil no lo veían casi nada por el verano su padre decidió que este verano no trabajaría, pero le surgió un imprevisto y Manolito viajó con él.

La obra es exactamente lo que su título índica, es decir, un conjunto de indicaciones claras y concretas sobre qué es comportarse bien y por qué es necesario atenerse a unas determinadas normas.

Dicen que si en la noche de San Juan encuentras un trébol de cuatro hojas tendrás suerte para toda la vida. Por esta razón todo el mundo sale a buscarlo, pero son muy pocos los que tienen la fortuna de encontrarlo. Mira bien y con cuidado dentro de este libro. Quizás te lleves una sorpresa. Descubre el poder mágico que envuelve la noche del 24 de junio y baila con Manuela hasta el amanecer alrededor de la gran hoguera.