Carol pasaba los veranos con sus padres en Mallorca. En un Chalé situado en la costa ç de la bahía de Alcudia, frente a una isla misteriosa que se llama Aucanada. Muchas tardes, los padres se marchaban y ella se quedaba sola en el Chalé , frente ala Aucanada. Aunque la isla no estaba muy lejos, no le dejaban llegar hasta ella nadando. Le decían: "Hay corrientes extrañas que arrastran al que lo intenta". Y también le decían que por las noches vagaban por ella los espíritus de unos soldados muertos. Durante muchos años, la única persona que vivió en la Aucanada fue un torrero que se encargaba de encender el faro cuando se hacía de noche. Se llamaba Tomeu. Un día Carol le conoció, y se hicieron amigos..

Para Paulina, una buena historia tiene que ser a la vez «un poco loca y sensata». Y, por cierto, así son las historias que recibe de un amigo, con el que se cartea y que ella llama don Jaime. Por ejemplo, la historia de Manolito y su isla de San Borondón que, además de por agua, está rodeada de un sinfín de misterios y leyendas. A cambio de sus historias, Paulina le envía artículos de primera necesidad, tales como gomas de borrar, sacapuntas y dentífrico... Artículos insignificantes, pero que se convierten en un verdadero problema cuando no se tienen de la misma marca que se acostumbra a utilizar. Y eso mismo es lo que le pasa a don Jaime en la isla donde ahora vive. Una maravillosa amistad en diecisiete cartas.

Damián Drake rescata a su perro Víctor y la hazaña sale en el periódico. Eso hace que Francis, una niña muy diferente a él, le escriba una carta. Tras esta carta vendrán muchas más. Pero ambos niños tardarán en descubrir que la correspondencia establecida entre ellos es realmente peligrosa.

¿Eres miedoso?. ¡No lo creo!. Visita un castillo misterioso lleno de sorpresas y después conocerás a la ogresa Lala Chula y sus seis increíbles sobrinas.

Tom, Annika y Josh viajan a Londres en pleno siglo diecinueve para investigar un caso de lo más singular. A Lord Chesterton III le han robado una tetera de plata, regalo de la mismísima Reina Victoria, poniendo así en peligro el prestigio y los privilegios de la familia. Parece un caso sencillo, pero los jóvenes detectives no saben que tendrán que verse las caras por primera vez con ¡un Alteratiempos!