¡Cuántos problemas! Además de Sussy, los Siete Secretos tienen también que cuidarse de Binkie, una amiga de ésta que escribió una poesía para burlarse del Club. ¡Qué par de antipáticas! Quieren entrometerse en el nuevo trabajo de los Siete Secretos: ayudar a la señora Bolan, la vendedora que les regaló buñuelos en la feria y que luego lo perdió todo en un incendio. Nuestros amigos limpian el antiguo carromato del pastor Matt para la familia Bolan. Sin embargo, no fueron ellos los que desnudaron al espantapájaros, ¿quién podría querer aquella ropa vieja? ¿Era una trastada de Sussy y Binkie para culpar al Club? A este misterio se suma otro: ¡un robo! Mucho tienen que investigar los Siete Secretos

Desde que lo conoció, Ardilla no se lo podía quitar de la cabeza. Cuando pensaba en él, se le nublaba la vista, se le iba la voz, el estómago se le ponía como una piedra, y es que... ¡Ardilla estaba enamorada! Su secreto recorrió todos los rincones del bosque. Muchos opinaban que era una locura, pero cuando llegó el otoño...

A Ramón no le hacía ninguna gracia pasar el vernao en Corralejo de la Sierra. "¡Qué aburrido! Allí no hay televisión". Pero de aburrido, nada. Con los abuelos, el tío Paco y su pandilla de amigos, y "la rubia", las gallinas y los gamusinos... a Ramón le ocurren sorprendentes aventuras.

Marisa y sus compañeros ¡se van a convertir en piratas! Juntos y con la ayuda de su profesora, se aventurarán en la búsqueda de un «tesoro» muy especial. Tras encontrarlo, se sorprenden al descubrir que ese «tesoro» es único y que tiene un valor incalculable.

Es una divertida historia familiar narrada con humor, imaginación y mucha ternura, por uno de sus protagonistas, un chico de 12 años. Ser escritor es para él un juego de invierno. Por ello, cuando escribe en un cuaderno sobre su padre, un dibujante, casi pelirrojo, que a veces tiene mal genio y que no lo sabe todo, pero que es mágico. O sobre su madre, que quiso ser astronauta y ahora fríe croquetas, lee y toca el piano. Y también sobre sus hermanos Marta, Pablo y Nuria, que es distinta de las demás niñas, con sus ojos como un chinito.