Como al día siguiente no tiene que madrugar, César planea dormir, por lo menos, hasta las diez. Sin embargo, le despierta un insistente "pío, pío". El pequeño canario que acude a su ventana le tiene preparadas un montón de sorpresas, algunas cómicas, otras increíbles...

"En un pueblo en mitad de ningún sitio la gente espera durante meses que los "musirikos", unos seres mitad canario y mitad patata, despierten y canten como cada año. Unos prefieren el canto del "musiriko" de invierno y otros el de primavera."

La profesora de Naturales se comporta de un modo extraño últimamente. Al menos, eso es lo que piensa Fede. Claro que Fede... siente algo especial por ella, algo que no se atreve a confesar ni a sus mejores amigos, la banda de Charly & Company, una auténtica agencia de detectives. Y precisamente, cuando las sospechas de Fede van aumentando, la banda tendrá que entrar en acción: se hallan ante un auténtico caso.

¡Hay un gran revuelo en la sala de profesores! Precioso ha robado a un profesor su bocadillo de queso y se lo ha zampado en un santiamén. Además, los profesores están con los nervios a flor de piel, porque durante la noche alguien ha dibujado un grafiti en la fachada del colegio con frases maliciosas en contra de los profesores. Precioso es el único que ha visto al autor, así que, con su excelente órgano olfativo, seguirá la pistas... Un nuevo caso para la agencia de detectives Charly & Company.

Nos cuenta un día del Chivo Chivón, cómo hace una hoguera, sale de paseo...