Eliseo no vive en una gran mansión. Tampoco tiene grandes riquezas. Su ropa son prácticamente harapos. Pero solo le ha hecho falta un segundo, aquel en el que su mirada se cruzó con la de Elena, para llenar su vida por completo. Esta es la historia de ese segundo, y de todos los que vinieron después.
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Mi primer coche era rojo. Era un viejo coche de pedales que me regaló el abuelo. El primer coche siempre es el mejor. Y el primer recorrido es el más formidable, aunque esté lleno de obstáculos y sorpresas.
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Cuando el cuervo lloró pidiendo la luna, que colgaba de la pared de los troncos, el abuelo se la entregó... Así cuentan los mitos indígenas el origen del mundo, de los animales, de la noche y del día, del tiempo y de la risa... De todo aquello que nos lleva a descubrir los "secretos" de la naturaleza.
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Esta es la historia de una mochila que se traslada a la ciudad y tiene que competir con otras mochilas.
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Mozart medía sólo un metro y medio, pero la mayoría de los músicos no le llegaba ni a la suela de los zapatos: desde que tenía cinco años componía música, lo mismo del derecho que del revés. Claro, que lo tenía fácil, porque había nacido con toda una orquesta dentro de la cabeza. Así que no podía pensar en otra cosa que no fuera la música. Hasta se cambió su nombre por otro más melodioso: Amadeus.
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Una mañana Hiena se presenta en mi casa y me arrastra a Puertorratón. Hasta aquí todo bien. Es más, diréis... qué aventura, ¿eh? ¡El problema es que me veo obligado a participar en el Campeonato Mundial de Karate! Y sólo tengo una semana para aprender todos los secretos de un verdadero cinturón negro...
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